
“(…) Cuenta con una organización interna y pretende el control territorial de gran parte de la macrozona, realizando exigencias a la autoridad relacionadas con la libertad de quienes denominan presos políticos mapuche, cometen sabotajes y atentados incendiarios en contra de particulares y empresas, con el fin de desalentar inversiones y lograr que abandonen dicha zona, compartiendo el mismo modus operandi que desborda en una violencia descontrolada y uso de armas de fuego”.
Con esas palabras el Gobierno describe cómo opera la Weichán Auka Mapu (WAM), organización que por años se viene adjudicado atentados incendiarios en las regiones del Bío Bío y La Araucanía, pero que —hasta ahora— no se ha pronunciado respecto del ataque que terminó con medio centenar de vehículos quemados en las obras de construcción la Central Hidroeléctrica Rucalhue en la comuna de Santa Bárbara, región del Bío Bío…
Fuente: Bío Bío Chile