– Pame, hay unos señores de la policía acá, quieren hablar contigo. Me dijo la secretaria.
Un millón de ideas pasaban por mi cabeza en ese momento.
– ¿Me buscan a mí o a alguien de la oficina?, pregunté con cierto nervio.
– Preguntaron por usted, con nombre y apellido.
Me paré, miré el café, el escritorio, la ventana de escape y luego sacudí la cabeza tratando de ahuyentar las ideas que fluían sin control en mi mente. Parece película de terror, pero es lo que se me vino a la cabeza luego de que Sergio(*) me presentara sus ideas para la semana.
Sergio es uno de los tres ejecutivos de ventas nuevos que tenemos en el equipo de AlfaValle Inmobiliaria(*). En total son ocho, pero la rotación ha estado muy alta en el último año. Él está desde hace dos meses con nosotros y es su primera experiencia en ventas inmobiliarias. Es joven, entusiasta y ha aprendido rápido. Tiene potencial, aunque no ha completado su capacitación.
En la reunión semanal de ventas, Sergio llegó con una propuesta atractiva:
– Un inversionista institucional está interesado en tres departamentos del proyecto AltoValle(*). Pertenece a una empresa nueva, sus papeles están al día y además quiere pagar al contado, así que ni siquiera tenemos que pasar por los bancos”, afirmó con seguridad.
De reojo vi cómo las cejas de la señora Victoria(*), nuestra vendedora más experimentada, se elevaban hasta más arriba de sus anteojos. Sergio no percibió el movimiento y siguió con osada firmeza:
– Pamela, creo que la venta la cierro esta semana porque el cliente me dijo que estaba apurado, ¿sigue en pie la comisión extra por vender más de tres en el mes?
– Sergio ¿averiguaste quiénes son los dueños de esa empresa?, pregunté.
– Sí, el dueño se llama Alberto Correa. Se nota que sabe mucho de esto y se veía muy distinguido y profesional. Yo creo que la plata viene de una herencia, o se ganó el Loto, ¿qué importa?
– ¿¡Que qué importa!?, exclamé.
Soy la jefa de ventas Zona Sur, y he sido vendedora por varios años. Sé lo difícil que es cerrar una venta. Esto era un golpe de suerte para Sergio, ya que si cerraba este trato, podría pagar su auto y un par de deudas que tenía por ahí. Pero yo estaba consciente que debía hacer mi trabajo.
Con la señora Victoria decidimos averiguar un poco más y resultó que don Alberto Correa no era tan distinguido y profesional como decía Sergio. El monto total que debía pagar por los tres departamentos era mucho más alto que el patrimonio que poseía en ese entonces. Sospechoso.
Ante ello, debimos frenar la venta, y en poco tiempo implementamos un modelo de prevención de delitos. Ahora tenemos procedimientos de Compliance y sacamos reportes acerca de los clientes, sean personas naturales o jurídicas, directo de la tienda Gesintel Compliance. (*Disclaimer)
Sergio sigue con nosotros y ya pagó su auto. Y aunque a veces me critica porque lo presiono mucho, estamos todos trabajando tranquilos sabiendo que estamos haciendo las cosas bien y seguros.
*Disclaimer: Gesintel Compliance tiene una tienda online que permite obtener reportes de Compliance de personas naturales o jurídicas en base al RUT sin planes ni contratos.
Disponible en http://tienda.gesintel.cl